ENTRE TODOS PODEMOS APAGAR EL FUEGO

31 Aug 2020

¿Sabías que la cantidad de alertas de incendios en todo el mundo, para abril de este año aumentó en un 13% en comparación con el 2019, que ya había sido período récord de incendios en Sudamérica y el mundo? Las agencias de noticias han reportado que los cerca de 2.000 bomberos que luchan actualmente para contener las llamas en California, no han podido evitar que más de 32.000 hectáreas de bosques y 590 viviendas quedaran incineradas. Además de las lamentables pérdidas humanas y materiales, el desastre ecológico de estos fuegos es enorme, y se teme que haya causado la muerte de hasta 12 cóndores californianos, el ave más grande de la zona y en peligro de extinción. Los últimos años el mundo ha presenciado en Australia y la Amazonia, el dolor de animales huyendo en llamas de los incendios y a aquellos con escasa movilidad ser calcinados.


Un 2020 bajo fuego


Los expertos advierten que la temporada de incendios de 2020 puede ser peor que la de 2019 en algunos lugares, con el agravante de que el COVID 19 dificulta los esfuerzos de contención pues los recursos están enfocados en la pandemia y no en prevención o respuestas de emergencia a fuegos. Además, la crisis del COVID aleja a las autoridades de la vigilancia de los bosques (este año llevamos un 55% más del área deforestada en el Amazonas frente al 2019).

El aumento de fuegos en el planeta ha sido avivado por la persistencia de un clima más cálido y seco debido a la deforestacióny al cambio climático. Pero no por esto debemos desconocer que el 75% de los incendios forestales tienen origen humano. En el hemisferio norte por negligencia o deliberadamente; y en el hemisferio sur/cerca del ecuador, por tala, quema y deforestación para el cambio de uso de la tierra (potrerización para cría de ganado, agricultura no sostenible, extracción de madera y otros).

El calentamiento global a alargado las temporadas de incendios entre un 30 a 50% más en los últimos 35 años. Y reforzando un círculo vicioso, los incendios forestales aceleran el cambio climático al liberar el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y reducir la capacidad de retención de CO2 de los bosques.

Los incendios afectan nuestra salud

A pesar de que las muertes humanas en incendios son menores a las causadas por otros peligros naturales, los incendios afectan profundamente la salud de grandes poblaciones (340.000 muertes anuales atribuibles al humo de los incendios). Más que nunca, los altos niveles de contaminación atmosférica de los incendios forestales amenazan con exacerbar las enfermedades con afecciones respiratorias como el COVID 19. Y al agravar el cambio climático, por tanto, son un factor desencadenante de sus consecuencias sobre la salud humana: aumento en las enfermedades respiratorias, cardiovasculares y sanitarias.


¿Qué podemos hacer?

Así no encendamos la mecha que prende el fuego, las cosas que consumimos pueden favorecer que otros lo hagan. Si bien no podemos ir a apagarlo, podemos presionar para que los gobiernos tengan planes de prevención y contención de las emergencias por fuego en la región. Si bien ocurren lejos de nuestras casas, nos afectan a todos. Esta es una lista de acciones que como ciudadanos podemos llevar a cabo para ayudar a apagar el fuego:

- Tomar la precaución de no crear situaciones de riesgo. La negligencia humana (por ejemplo, la quema de basura, la eliminación de desechos inflamables) es una de las principales causas de los incendios en la "interfaz urbana silvestre".

- Donar a organizaciones que hacen educación ambiental y trabajan con comunidades en riesgo.

- Como consumidores de bienes podemos ser más conscientes de lo que comemos y vestimos, averiguando si fue hecho sin deforestar o contaminar el ambiente (por ejemplo, si tiene sellos de producción ecológica). Los productos cárnicos y lácteos de la industria ganadera si provienen de animales criados en regiones que fueron degradadas y deforestadas, causan un alto impacto al ambiente. También podemos aprender más sobre desarrollo sostenible y cómo exigir este tipo de políticas de desarrollo en nuestros países.

- Como activista, comprometiéndose con una organización de conservación de la naturaleza o como bombero/vigilante forestal voluntario.

- Pedir a los gobiernos que aborden las causas fundamentales de los incendios (ahora se concentran en la reacción y supresión, lo que conlleva un costo masivo con una eficiencia limitada). Estos deben controlar el cambio de uso de la tierra y detener la agricultura basada en la deforestación, especialmente en las zonas tropicales. De igual manera, los gobiernos deben asociarse con las comunidades locales para desarrollar estrategias de prevención y educación que reduzcan el riesgo de ignición de incendios y para facultarlas en la gestión sostenible de sus bosques.

Fuentes:

Análisis de WWF y Boston Consulting Group(BCG) 2020 y France 24.

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