El consejo de Administración del Programa de las Naciones para el Desarrollo (PNUD) declaró el 4 de julio como el Día internacional de la vida silvestre hace ya 33 años, en junio de 1989. Y lo hizo frente al hecho histórico registrado el 11 de julio de 1987: la población mundial alcanzó 5.000 millones de personas. Los expertos manifestaron su preocupación de que a más gente, más necesidades, más demanda de recursos y por ende más peligros para la supervivencia de la vida silvestre.
Años después, el 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de la ONU, en su 68º periodo de sesiones, proclamó el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre para concientizar acerca del valor de la fauna y la flora salvajes. La fecha elegida marca el aniversario de la aprobación en 1973 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, de sus siglas en inglés), la cual juega un destacado papel en la protección de las especies frente al comercio internacional. Por eso durante el año, la protección de la vida silvestre tiene dos fechas especiales para recordar que es tiempo de actuar a su favor.
